Mi propia guerra

Estoy haciendo las trincheras para la cruenta guerra que se avecina,
pero en esta guerra no se lucha por la paz, por la iglesia, o por territorios,
en esta guerra el único premio es... tu corazón.
Hoy me e enterado de otro chico que también te quiere,
pero yo nunca me daré por vencido y seguiré peleando en esta guerra sin cuartel.
“Caminante no hay camino, se hace camino al andar”
yo no estoy de acuerdo con esta frase, porque yo desde que te conozco voy andando por un camino,
el camino... de tu amor.
Aunque me cueste la vida en ello, seguiré peleando con ese chico que también te quiere,
puesto que el camino que yo quiero recorrer, solamente puede hacerlo una persona,
y el también esta interesado en recorrerlo.
Paso a paso, metro a metro, voy recorriendo el camino hacia ti,
poco a poco voy ganando confianza contigo,
ya sea por unas palabras tranquilizadoras,
o por otras escritas en mitad de una clase en un pequeño y arrugado papel
que guardo con recelo junto a mi corazón.
Tocar tu mano es poder tocar el cielo,
porque tu eres un ángel que vuela libre entre las nubes.
Tu voz me atrapa, me guiá hasta ti, hasta el final del camino, allí donde siempre quise vivir.