martes, 12 de febrero de 2013

Mi corazon atravesado


Mucha gente me llama loco, porque sigo dándole vueltas al mismo tema y me amargo por lo mismo, porque evito a la gente y respondo de forma fría, porque me he clavado una espada en el corazón para no volver a enamorarme y poder mantener mi libertad, porque tu ya me la quitaste una vez, y quien sabe, puede que sea cierto.

Vivo en un manicomio, mi jaula es una frontera, donde acaba la cordura, donde empieza la ilusión, preso en esta cueva, maniatado en esta vida. Mis calmantes son mis penas, mi terapia es el silencio. Solo con mi camisa de fuerza, hecha con retales, trozos de mi corazón. 

En esta madriguera no tengo nada y tu recuerdo me asalta una y otra vez. Me hundo en mi rincón mas sagrado, y que mas da si tu recuerdo me deja lleno de temores, y que mas da si tu recuerdo me deja abrazado a la luna. 

Ya no se que hacer, solo pienso en olvidarte pero no puedo. Me libero de mis cadenas, he de salir a la calle.

Voy andando con mi sombra, pues es la única que no me ha dejado. Las calles son mas grises, las dudas pesan mucho, al final me encontrare sin solución cuando solo tenga que abandonar un callejón. Solo en un minuto mi vida cambio. Te hice daño y no me lo perdonare nunca.

Cuantas batallas perdidas arrastra mi corazón, solo conoce tristezas.

Aun hoy recuerdo esos ojos que me hicieron comprender que la vida tan loca y tan sucia no podía ser. Esos ojos preciosos que siempre mostraban alegría hasta aquella noche.

He vivido en un cuento, sin príncipes ni hadas, tan solo oscuridad. He atravesado desiertos de angustia y soledad. 

No he de mirar atrás, he de disfrutar el momento, dejar de ser el mártir de mi cuento.

Me he dado cuenta que es mas sincero ser falso con uno mismo que no asfaltar con los recuerdos el camino. Por eso no puedo pasar pagina, no puedo empezar un nuevo juego, solo puedo ir añadiendo eslabones a la cadena.

Ha pasado tanto tiempo y nada ha cambiado, empiezo a cuestionarme si esto sirve de algo.

De nada sirve seguir así, mi mente ya esta convencida, ahora me queda convencer al corazón, ¿pero como le digo al que tanto ha luchado, que late día y noche por cosas que ya he abandonado? Da igual lo que pienses, en mi vida ya no cabe la ilusión

Salto en mitad de la carretera, delante de un coche y sus frenos funcionan demasiado bien, apenas me roza.

Intento colgarme y la cuerda se rompe.

Revolver del calibre 38, esto no puede fallar. Siento el sabor metálico en la boca, el frió sabor de la muerte. Aprieto el gatillo y nada sucede. La pistola se ha encasquillado.

Que pruebas pone la vida, que destino mas cabrón, solo me deja una salida, tendré que arrancarme la espada aunque eso me cueste mi libertad. He de volver a enamorarme, he de sentir la felicidad.

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