Killian estallo en carcajadas hasta que un
violento ataque de tos lo detuvo. Dayagon seguía apoyado en la espada cuando
Idrial llego hasta ellos. Se acerco a Dayagon y le palpo el pecho por encima de
su ropa
- Ay, eso duele ¿sabes? - dijo Dayagon apartándose
un poco de Idrial.
- Calla quejica, tienes una costilla rota,
al menos.
Idrial cerró los ojos, murmuro unas
palabras y su mano se ilumino. Poco a poco, Dayagon dejo de sentir dolor.
Killian se levanto del suelo y se acerco al cadáver caído del orco. Estaba observándolo
cuando llego a la carrera un soldado. El soldado tenía un pequeño corte en la
frente y su armadura estaba manchada de sangre. Se acerco a Killian e hizo un
saludo militar.
- ¿Como está la situación? Capitán.
- Comandante, una veintena de orcos han
escapado al bosque, los demás están muertos.
- Bien, ¿y nuestras pérdidas?
- Aun no estamos seguros pero calculo que
una quinta parte de la compañía ha muerto y otras dos están heridas.
- Reparte a los hombres, que apaguen los
fuegos, atiendan a los heridos y vigilen el bosque.
- Ya estamos en ello. Estamos trasladando
a los heridos a los comedores, lejos de los fuegos.
- Ayudare con los heridos, ¿me enseñas el
camino capitán?
- Por supuesto, es por aquí.
- Vamos Dayagon. - dijo Killian dándole un
pequeño golpe en el pecho con el dorso de la mano. - Ayudemos con los fuegos.
El capitán acompaño a Idrial hacia los
comedores. Habían retirado las mesas para hacer sitio a los heridos
convirtiéndolos en hospitales de campaña. Los médicos estaban ocupados con los
heridos e Idrial hacia todo lo que podía hasta que, extenuada después de
utilizar tanta magia, se retiro a descansar a la tienda de Killian.
Unas horas después del ataque, el único
fuego que quedaba era el de la pira que hicieron para quemar los cadáveres.
Dayagon y Killian acababan de llegar a la tienda, aun manchados de hollín por
los fuegos cuando llego Idrial.
Idrial entro con los hombros abatidos,
casi arrastrando los pies. Los ojos eran apenas unas líneas horizontales
denotando el cansancio que llevaba. Se acerco a un balde con agua en el que se
estaban limpiando Dayagon y Killian y se lavo la sangre de las manos.
- ¿Puedo...? - dijo haciendo un vago gesto
hacia la cama sin llegar a terminar la frase.
- Por supuesto, cuando este la cena te
despertaremos.
Sin más palabras, se derrumbo en el catre
y en pocos segundos ya estaba profundamente dormida. Dayagon y Killian se
sentaron a la mesa y estuvieron reviviendo viejos recuerdos y poniéndose al día
hablando en voz baja para no despertarla.
Unos soldados entraron a la tienda con
tres platos con algo de pan blanco, queso y grandes costillas de cordero
asadas. Dayagon despertó a Idrial moviéndola por el hombro. Volvieron a la mesa
y comenzaron a cenar.
- ¿Como os conocisteis? - pregunto Idrial
entre bocado y bocado.
- Hace ya tres años. Cuando hui de los
Yokai lo único que sabía hacer era pelear, así que me hice mercenario para
ganarme la vida. Al año o así me contrato un mal tipo, estaba buscando por la
ley. Killian era por aquellos tiempos sargento de esta misma compañía.
- Los rápidos ascensos que conseguí en
esos tres años no me consiguieron muchos amigos, te lo aseguro.
- Pues al sargento Killian le toco ir a
prenderlo. ¿Cómo se llamaba el tío?
- Andrah creo recordar. - contesto
Killian.
- Si, cierto. Andrah. - dijo el nombre
casi en un susurro, recordando aquellos tiempos. - No pagaba mal.
- Era un criminal.
- Una cosa no quita la otra. Killian llego
con unos guardias y una orden de arresto contra él. Yo iba a defenderlo por
supuesto, ya tenía la espada en mi mano cuando suelta y me dice: "¿Cuanto
quieres por entregárnoslo?" La verdad es que eso no me lo esperaba.
- Ya había oído hablar de ti, el mercenario
del pelo rojo. Si los rumores eran ciertos, no tenía ganas de verte pelear. La
verdad es que no se lo esperaba ni él. Aun me acuerdo de la cara que puso
cuando empezamos a regatear.
Killian comenzó a reír acordándose de
aquel momento y Dayagon no tardo en unirse a sus risas. Idrial miraba perpleja
a los dos.
- ¿Vendiste al hombre con el que habías
hecho un contrato? - pregunto Idrial.
- Si. ¿Por qué no hacerlo? Era un violador
y un asesino. Me dijo que no tenía honor, que los mercenarios honrados no rompen
sus contratos. ¿Qué honor puede tener alguien que mato a su mujer, que violo a
su hija y cuando intento escapar de él la mato?
- Que tipos así descansen bajo tierra. -
dijo Killian levantando la copa.
Dayagon e Idrial lo imitaron haciendo un
brindis en silencio. Terminada la cena, Killian se levanto y fue hacia la
entrada de la tienda. Dio una orden a los soldados que estaban fuera y entraron
a llevarse los restos de la cena.
- Sera mejor que nos acostemos, mañana
partimos. Deberíais de venir conmigo.
- ¿Adónde vas? - pregunto Dayagon.
- He de informar al emperador de este
ataque de hoy. Mañana volveremos a Vicanor.
- Tenemos nuestros propios asuntos
Killian.
- Si, buscar a ese demonio. El servicio de
espionaje del emperador es muy bueno. Puede que allí consigáis alguna pista.
- Hay que reconocer que es mejor plan que
dar vueltas por el mundo. - apunto Idrial con un deje de esperanza en la voz
mientras se echaba cerca del brasero.
Dayagon se acostó al otro lado del brasero.
Se arrebujo en la capa intentando guardar un poco mas de calor. Dayagon estaba
meditabundo, con la mirada fija, mirando sin ver nada. Perdido en sus recuerdos
sin prestar atención a la conversación que tenían Idrial y Killian.
Recordó a los Yokai. Recordó su
entrenamiento, las palizas, los golpes. Recordó sus misiones, la sangre, el
olor de la muerte. Recordó la ciudad de Ketchira, sus edificios esculpidos en
la piedra, sus calles oscuras. Recordó la casa en la que vivía con Nazumi, sus
habitaciones, su cautiverio. Recordó el momento que vio una fila de esclavos
humanos, la suciedad en sus caras, las señales de abatimiento. Recordó aquella
esclava en especial, su pelo rubio, sus preciosos ojos verdes, aquella mujer
que lo inicio todo.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Si os ha gustado el capítulo, recordar, dar like, suscribiros y comentar por aquí, por mi facebook Dayagon Elric o por twitter @dayagonworld, muchas gracias a todos.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Si os ha gustado el capítulo, recordar, dar like, suscribiros y comentar por aquí, por mi facebook Dayagon Elric o por twitter @dayagonworld, muchas gracias a todos.